Aunque nació en Santander en 1859 y estudió arquitectura en Madrid, Juan Miguel de la Guardia está ligado inexorablemente a Oviedo y a Asturias donde desarrolló su obra y contribuyó decisivamente a cambiar la fisonomía asturiana de finales del siglo XIX.
Considerado el padre urbanístico del Oviedo moderno fue hasta su muerte el arquitecto municipal del Ayuntamiento de Oviedo y su obra dejó huella en todo el Principado con sus edificios públicos y privados. Su actividad profesional y su impronta personal iban a llenar a lo largo de treinta años la arquitectura no sólo ovetense, sino regional, caracterizando la fisonomía arquitectónica asturiana del siglo XIX, y en particular la del nuevo barrio de Uría que entonces se realzaba.
Parte de su legado son los mercados de Villaviciosa y Mieres, el Casino de Castropol, la Villa Guatemala y Vlla del Carmen en Luarca, el Campo de los Patos, los palacetes de la Lila y «Villa Magdalena», la casa de Conde en la Escandalera, edificios de viviendas en Uría y Fruela, el palacete de Masaveu, la sede del Colegio de Notarios en la plaza de la Catedral, el Conservatorio de Música, el Teatro Campoamor, el Parque de San Francisco, el antiguo edificio del Banco Asturiano en Porlier, etc.. Música, el Teatro Campoamor, el Parque de San Francisco, el antiguo edificio del Banco Asturiano en Porlier, etc.
Puede decirse que una parte de Asturias y gran parte de la ciudad de Oviedo son el gran museo al aire libre que ofrece la ilustre obra de Juan Miguel de la Guardia.
